La base de cotización es uno de los aspectos más importantes para cualquier autónomo, ya que de ella dependen tanto la cuota mensual que se paga a la Seguridad Social como las prestaciones futuras: jubilación, incapacidad temporal, cese de actividad o bajas médicas.
Con la implantación del sistema de cotización por ingresos reales, muchos autónomos se preguntan cuándo y cómo pueden ajustar su base de cotización para que se adapte mejor a su situación económica. La buena noticia es que la normativa permite realizar cambios varias veces al año.
Cuántas veces puede un autónomo cambiar su base de cotización
Los autónomos pueden cambiar su base de cotización hasta seis veces al año. Esto permite adaptar la cuota a la evolución real de los ingresos, algo especialmente útil en actividades con facturación variable o estacional.
Fechas clave para cambiar la base de cotización
El cambio de base no es inmediato en cualquier momento del año, sino que entra en vigor en fechas concretas, en función del momento en el que se presente la solicitud:
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1 de marzo, si la solicitud se formula entre el 1 de enero y el último día natural de febrero.
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1 de mayo, si la solicitud se formula entre el 1 de marzo y el 30 de abril.
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1 de julio, si la solicitud se formula entre el 1 de mayo y el 30 de junio.
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1 de septiembre, si la solicitud se formula entre el 1 de julio y el 31 de agosto.
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1 de noviembre, si la solicitud se formula entre el 1 de septiembre y el 31 de octubre.
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1 de enero del año siguiente, si la solicitud se formula entre el 1 de noviembre y el 31 de diciembre.
Es importante tener en cuenta estas fechas para planificar correctamente los cambios y evitar desajustes entre ingresos reales y cotización.
¿Por qué conviene revisar la base de cotización?
Revisar la base de cotización de forma periódica puede marcar una gran diferencia tanto en el corto como en el largo plazo:
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Ajustar la cuota a ingresos reales y evitar pagar de más.
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Mejorar futuras prestaciones como la jubilación o la incapacidad.
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Adaptarse a picos de facturación o a periodos de menor actividad.
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Planificar fiscal y financieramente el negocio con mayor precisión.
¿Cómo se solicita el cambio?
La solicitud se realiza de forma telemática a través del portal Import@ss de la Seguridad Social. Aunque el trámite es sencillo, conviene analizar previamente qué base se adapta mejor a la situación actual y a las previsiones de ingresos.
AGENDA UNA CITA CON NOSOTROS
Cambiar la base de cotización no debería hacerse de forma impulsiva. Una mala decisión puede suponer pagar más de lo necesario o, por el contrario, cotizar por debajo de lo recomendable y perjudicar futuras prestaciones.
Contar con asesoramiento profesional permite tomar decisiones informadas, alineadas con la realidad económica del autónomo y con una visión a medio y largo plazo.
Revisar la base de cotización a tiempo no es solo una cuestión administrativa: es una decisión estratégica para la salud financiera del negocio y del propio autónomo.

