Durante la segunda mitad de 2024, el ahorro de los hogares ha mostrado un comportamiento positivo. Según datos del Banco de España, en el tercer trimestre se registró un incremento del 1,1% en el ahorro, alcanzando el 14,2% de la renta bruta disponible.
Crecimiento del ahorro en la segunda mitad de 2024
Este crecimiento es una señal de que, a pesar de los desafíos económicos, muchas familias están adoptando medidas prudentes para fortalecer su estabilidad financiera. La tendencia refleja un panorama en el que se prioriza la seguridad económica y se busca crear un colchón ante posibles imprevistos.
Este aumento en el ahorro se debe, en parte, a un cambio en los hábitos de consumo. Ante el incremento de los precios en bienes y servicios esenciales, muchos hogares optan por destinar una mayor parte de sus ingresos a reservas financieras. Así, el ahorro se consolida como una estrategia fundamental para mitigar el impacto de la inflación y otros factores económicos adversos.
Resistencia al consumo: familias de mayores ingresos y arrendatarios
Detrás del repunte en el ahorro se esconde una tendencia de resistencia al consumo, especialmente en familias con mayores ingresos y en aquellas que se encuentran en régimen de alquiler. El alza de precios ha llevado a que muchos hogares reduzcan sus gastos en bienes no esenciales, priorizando la economía doméstica y limitando el consumo superfluo.
El análisis del Banco de España también destaca que el porcentaje de hogares que destinan más del 70% de su renta a gastos esenciales—como alimentos, suministros y alquiler—ha disminuido a un 15,2% en 2024, situándose un punto por debajo de la media registrada desde 2014. Este dato sugiere una moderación en el gasto obligatorio, lo que permite a las familias disponer de mayores recursos para el ahorro y otras inversiones, en un contexto donde la cautela ante la incertidumbre económica es cada vez más común.